Solo hay una forma de analizar la enmienda Leinen en el Parlamento Europeo: trata de silenciar estructuralmente a los euroescépticos.
En una enmienda presentada por el socialdemócrata alemán Jo Leinen y apoyada por el PPE (Partido Popular Europeo, centro-derecha), el S&D (socialistas y socialdemócratas), así como por el grupo ALDE (Alianza de Liberales y Demócratas) en el Parlamento Europeo, los grandes grupos políticos están intentando reestructurar el mecanismo que asigna fondos a los grupos políticos antes de las elecciones europeas de mayo. La enmienda 86, firmada por Charles Goerens (Luxemburgo) en nombre del Grupo ALDE y György Schöpflin (Hungría) en nombre del Grupo PPE, dice lo siguiente:
Normalmente, el Parlamento no necesita evaluar la afinidad política de los miembros de un grupo, a menos que haya pruebas manifiestas de que esta afinidad pueda no existir. En tal caso, el Parlamento, por mayoría de los miembros que lo componen y previa recomendación de la Conferencia de Presidentes, podrá determinar si el grupo se ha constituido por afinidad política.”
La palabra clave aquí es "afinidad". Esto significa esencialmente que si una mayoría gobernante del Parlamento Europeo considera que la "afinidad" de los grupos minoritarios de la oposición no es convincente, puede privarles de su financiación. Según Leinen, esto debe evitar la creación de "grupos falsos" en el parlamento que se alíen con el mero propósito de financiarse sin llegar a ningún tipo de acuerdo. Si bien es cierto que el EFDD, por ejemplo, no tiene la misma lealtad de voto que los grandes grupos políticos, ¿significa eso que se les debería negar las ventajas de la afiliación de grupo?
Todo poder otorgado a una institución puede ser usado en contra de las personas que la implementaron en primer lugar. Si una ola de extrema derecha se apodera de las elecciones europeas, podría silenciar a los moderados en el PE calificándolos de no inscritos. Aunque todavía hay turno de palabra para los miembros no inscritos, éstos perderían una cantidad significativa de fondos organizativos y para el empleo de personal.
El PPE, el S&D y ALDE están haciendo precisamente eso al intentar silenciar a los euroescépticos en el Parlamento Europeo. Son conscientes de que es el tiempo de intervención de personas como Nigel Farage (EFDDD-Reino Unido) lo que ha dado lugar a vídeos virales en Internet y a una creciente desconfianza en la Unión Europea. Sin embargo, mientras que sus razones son (según ellos) pragmáticas a la luz de lo que llamarían "la destrucción de Europa", también necesitan darse cuenta de qué tipo de "Caja de Pandora" han abierto. No se trata de un incidente aislado: lo mismo se aplica al presupuesto de la UE, a las normas fiscales y a las votaciones en el Consejo Europeo: esperan que el poder otorgado a una institución se utilice indebidamente en su contra.
La enmienda Leinen es innecesaria si los grupos políticos no reciben financiación en primer lugar. No hay ninguna razón por la que los grupos parlamentarios deban recibir más apoyo monetario del que ya reciben los diputados al Parlamento Europeo. Sin embargo, las facciones políticas informales deberían ser capaces de agrupar el tiempo de su turno de palabra y transferirlo a un líder de grupo informal, lo que puede cambiar en cada debate. Los eurodiputados que se reúnan también podrían utilizar infraestructuras como salas de conferencias, siempre y cuando haya un número suficiente de miembros que se adhieran a ellas.
La prensa del sector tecnológico parecía comprender la importancia de esta acción (a juzgar por su cobertura) en lugar de infravalorar a WhatsApp como ha hecho siempre, aun sabiendo que cuenta con unos 900 millones de usuarios.
De este modo, eliminaríamos la innecesaria estructura de financiación del Parlamento Europeo, conservando al mismo tiempo las ventajas de la agrupación de recursos que realmente ayudan a los miembros electos.